Nombre de la obra: Parque Indoamericano
Proyecto para el Ministerio de Medioambiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Año del proyecto: 2006-2007
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MEMORIA DESCRIPTIVA
El área que conforma el extremo sur de la Ciudad de Buenos Aires, lindante con el Riachuelo, ha sido desde siempre un territorio irredento, considerado inapropiado para ser parte de una importante ciudad. Esta gran superficie de aproximadamente 1000 hectáreas, también conocida como Bañado de Flores, ha sido utilizada por años como vaciadero a cielo abierto del conjunto de la ciudad, pasando a ser, según el lenguaje popular, “La Quema” hasta 1960, y según el oficial, el Parque Almirante Brown hasta nuestros días.
Si observamos una fotografía aérea, es fácil percibir la importancia estratégica que presentan en conjunto las más de 500 hectáreas de tierras públicas que configuran el Parque Indoamericano, el Parque de la Ciudad, el Parque Roca, el Parque de las Victorias y el Autódromo, que convenientemente forestadas, equipadas y manejadas permitirían la mejora de la calidad de vida de vastos sectores de la población del sur de Buenos Aires.
Una de las primeras acciones fue la realización de un análisis sistemático de la calidad de las tierras de relleno, llevado a cabo por el Instituto de Geocronología y Geología Isotópica de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. Los datos obtenidos permitieron realizar el proyecto de una manera responsable y adecuada a la realidad del parque y determinar las medidas de mitigación ambiental pertinentes, dejando atrás el período de sospechas y denuncias que generaron los relle-nos descontrolados. A su vez, se conformó un equipo de veinticinco especialistas, que incluyó arquitectos, ingenieros y biólogos asesores para abordar el proyecto desde una perspectiva interdisciplinaria.
El proyecto apunta a otorgar accesibilidad, conectividad y seguridad al conjunto de este parque metropolitano. La calidad y la mejora ambiental son prioritarias, para frenar el nivel de polución al que está sometido el lago Soldati, que funciona como una cloaca a cielo abierto del barrio Ramón Carrillo. Asimismo, se propone establecer una nueva relación con el agua que asegure la sustentabilidad del parque a través del tiempo, para lo cual un conjunto de pozos profundos desde el acuífero Puelche alimentarán un sistema de acequias interconectadas, que colaborarán a generar condiciones ambientales adecuadas para que se desarrollen diferentes comunidades vegetales de flora nativa.
Los ámbitos para diferentes usos y actividades contarán con tendidos de sombra, servicios sanitarios, juegos para niños y comodidades para actividades deportivas recreativas.
Es también un propósito que este importante espacio público verde actúe como difusor del conocimiento y de la educación ambiental, por eso tendrá su sede el Centro de Información y Formación medioambiental de la Subsecretaría de Medioambiente. También serán incorporadas fuentes de energías alternativas, eólica y solar, para que actúen como aparatos pedagógicos que colaboren en el desarrollo del parque.
El proyecto, además, promueve la gestión de una reglamentación específica que impida realizar en el Parque construcciones no previstas, que se cambien los usos de las existentes o que se subdividan con otros fines, para impedir que ocurra lo mismo que en otros espacios verdes de la ciudad, en los que a medida que se construían referentes valiosos para los ciudadanos se generaban luchas para apoderarse de ellos y localizar usos no previstos.